Bernard Monnet nació en Versalles, cerca de París, donde conoció la pobreza y la exclusión con su familia. Fue testigo de la lucha de sus padres y de numerosas familias a su alrededor por tener una vida digna. En 1977, cuando vivía en Toulon, descubrió el Movimiento ATD Cuarto Mundo y su manera de defender los derechos y la dignidad de sus padres y de toda su comunidad. Finalmente, optó por implicarse y comprometerse personalmente con este Movimiento como militante del Cuarto Mundo, para solidarizarse con los más desfavorecidos.
Desde entonces, ha trabajado sin cesar en el Movimiento, incluyendo varios años como voluntario permanente en el Movimiento ATD Cuarto Mundo en los Países Bajos y en Francia, en Lille y París. En 1987, trabajó con los jóvenes que ayudaron a organizar el primer Día Mundial para la Erradicación de la Extrema Pobreza. En la noche de aquel primer Día Mundial, se dio cuenta de que ya no podría vivir sin ser portador de esta luz de esperanza y que respondería a la llamada para unirse por la dignidad humana en todo el mundo.
«Todo ser humano tiene un valor fundamental que constituye su dignidad humana», afirma el Movimiento ATD Cuarto Mundo. Y los más pobres, en su lucha, en su sufrimiento, llevan esta sed de dignidad y de paz en lo más profundo de su ser. Participar en el 17 de octubre es ser testigo de este sufrimiento y de esta lucha cotidiana, es un grito que reclama la construcción de un mundo de paz».