Estrofas a la gloria del Cuarto Mundo

Texto disponible en alemán, portugués.

Estrofas proclamadas por Joseph Wresinski el 17 de octubre 1987 en Trocadéro, en la inauguración de la Placa conmemorativa.

Millones y millones,
de niños, mujeres y padres
muertos por la miseria y el hambre
de quienes somos herederos.
Vosotros que estabais vivos,
no es vuestra muerte lo que hoy evoco,
En esta Plaza de las Libertades
de los Derechos del Hombre y del Ciudadano,
doy testimonio de vuestra vida.

Doy testimonio de vosotras, madres,
cuyos hijos condenados a la miseria
son demasiados en este mundo.

Doy testimonio de vuestros hijos
doblados por el dolor que causa el hambre,
que no teniendo nada para sonreír
quieren aún amar.

Doy testimonio de esos millones de jóvenes
que sin razón para creer o existir
buscan en vano un porvenir
en este mundo insensato.

Doy testimonio de vosotros, pobres de todos los tiempos,
y aún hoy,
huyendo por los caminos,
fugitivos de un lugar a otro, despreciados y deshonrados.

Trabajadores sin oficio,
aplastados en todo tiempo por la labor.
Trabajadores cuyas manos, en estos tiempos,
no sirven para nada.

Millones de hombres mujeres y niños,
cuyos corazones laten
aún con fuerza para luchar.
Cuyo espíritu se rebela contra el injusto sino
que les ha sido impuesto.
Cuyo valor exige el derecho
a la inestimable dignidad.

Doy testimonio de vosotros,
niños, mujeres y hombres
que no pretendéis maldecir
sino amar y rezar, trabajar y uniros
para que nazca una tierra solidaria.
Una tierra, nuestra tierra
donde todo persona habrá dejado lo mejor de sí misma
antes de morir.

Doy testimonio de vosotros,
hombres, mujeres y niños
cuya presencia queda siempre grabada
con el corazón, la mano y el cincel
sobre el mármol de la Plaza de las Libertades.
Doy testimonio de vosotros para que por fin las personas
actúen a favor de las personas
y rechacen para siempre
la fatalidad de la miseria.